Conceptos fundamentales de Administración

Administración pública y administración privada

La administración se define de diversas maneras y todas encuentran su respectiva validez y confiabilidad en sus expresiones. Ahora, iniciemos aceptando que administración es la capacidad para alcanzar los objetivos en las organizaciones con el esfuerzo de los demás. Utilicemos también los conceptos y principios fundamentales del enfoque clásico de la administración, en cuanto a que todas las organizaciones llevan a cabo seis funciones:

– Técnicas.

– Comerciales.

– De registro.

– Seguridad.

– Financieras.

– Administrativas.

Por su parte, algunos de los 14 principios generales de la administración para el fayolismo son:

– La división del trabajo.

– La autoridad.

– La responsabilidad.

– La disciplina.

– La unidad de mando.

– La convergencia de esfuerzos.

– La estabilidad del personal.

 La remuneración adecuada según las capacidades de cada trabajador.

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Centrémonos, por ahora, solo en las funciones y principios administrativos que son, finalmente, resultado de las aportaciones que dieron distintas ciencias (base del tronco del árbol de la administración) y que forman parte de la teoría general de la misma en tanto que las funciones se desprenden de esa teoría general para atender cuestiones específicas de la administración, de tal suerte que ahora tenemos:

– Administración de las operaciones.

– Administración financiera.

– Administración de la comercialización.

– Administración de la seguridad.

– Administración de los registros.

– Y las propiamente dichas funciones administrativas (cuerpo del tronco del árbol de la administración).

Ahora bien, siguiendo la metáfora del árbol se puede observar que del tronco se desprenden tres brazos que corresponden a:

– La administración pública.

– La administración privada (negocios).

– La administración de las organizaciones no lucrativas, que pueden ser tanto públicas como privadas.

Por consecuencia, podemos deducir que existe solo una administración que se aplica a todas las organizaciones, sean estas de carácter privado o público; sin embargo, existen algunas semejanzas y diferencias. Comencemos por ilustrar las estructuras tipo de la administración pública y de la privada.

Se puede distinguir que, efectivamente, el cuerpo general de la administración se usa y aplica en ambos tipos de administración. Tanto una como la otra siguen los principios de división del trabajo, autoridad, responsabilidad, entre otros; así como también, los dos lados cumplen las seis funciones (administrativas, de producción, financieras).

El poder ejecutivo (presidencia de la República), el poder legislativo (la Cámara de Diputados y la de Senadores) y el poder judicial (el Poder Judicial de la Federación) se rigen por los principios administrativos y realizan estas funciones administrativas. Los tres poderes tienen que coordinar sus acciones, llevar a cabo grandes campañas mercadotécnicas, manejar sus recursos financieros y llevar, de manera ordenada, todos los registros de la vida nacional. De las organizaciones privadas, ni qué decir, pareciera que la administración está hecha para ellas; sin embargo, si bien existen semejanzas entre ambos tipos de administración, también se encuentran grandes diferencias.

Semejanzas

– La administración pública y la privada hacen uso y aplican todos los principios y todas las teorías de la administración.

– En ambos casos trabajan con base en diseños estructurales organizacionales.

– Sin lugar a dudas en las dos tienen lugar los llamados procesos organizacionales como:

– El ejercicio del poder.

– La toma de decisiones.

– El aprendizaje individual y organizacional.

– El cambio y la resistencia al cambio.

– El liderazgo.

– La innovación.

Diferencias

– Por alguna razón se habla, se trabaja y se estudia de manera separada lo que es la administración pública y lo que es la administración privada.

– Seguramente esta división se da por las diferencias que existen entre ambas y que son motivo para estudiarlas por separado. Con estas premisas resulta evidente que es necesario disponer de perfiles diferentes de quienes presiden o dirigen estas administraciones. El perfil del administrador público requiere más de dotes de político, en tanto que el administrador privado debe ser más empresario, de tal suerte que del empresario que se dedica a la política se puede prever que tendrá una administración desastrosa y lo mismo sucedería a la inversa, cuando un político se vuelve empresario.

Por otro lado, los conceptos, principios, prioridades, teorías, métodos y modelos de carácter general requieren de la adecuación pertinente, según sea el caso donde se estén utilizando, es decir, las finanzas privadas persiguen una rentabilidad y hacen lo necesario para alcanzarla, ya sea por medio de las ventas, de su financiamiento, de su estructura financiera o de su estructura de capital; en tanto que en las finanzas públicas, dado que su finalidad no es el lucro, la administración financiera no busca optimizar su costo de capital, sus ventas o su capital de trabajo, más bien busca cómo optimizar la captación de impuestos para disponer de recursos y canalizarlos a las prioridades que deben atender el bienestar social.

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